jueves, 16 de febrero de 2012

La reforma laboral española, la tiranía de la derecha


15    Feb    2012
Apenas si reviso la reforma laboral española y me percato que la bilateralidad y la estabilidad laboral quedó hecha añicos y que los sindicatos serán un mero adorno en el diseño de las nuevas relaciones de producción.  Es el comercio, la productividad, la razón industrial, la voluntad patronal y “sus necesidades” los nuevos factores que determinan esta contrareforma.
Aunque haya contratos colectivos de trabajo en los centros laborales estos pierden su esencia.  En la reforma laboral española si un empresario decide cambiar la jornada, el horario, bajar el sueldo o trasladar a otra ciudad a un empleado, éste se verá obligado a aceptar estas condiciones; de oponerse podrá ser despedido sin más.
Puede reclamar el trabajador afectado en los tribunales laborales su retorno a las condiciones de trabajo; pero mientras la demanda se encuentre en curso, el patrón puede imponerlas sin restricción alguna.
Las variaciones afectarán sobre todo a la mujer trabajadora, a las madres solteras con hijos menores que las empujará a abandonar sus empleos ante el cambio unilateral de los horarios de trabajo o aceptar bajos salarios para mantener las condiciones de trabajo sin variación alguna.
Aunque se obliga a los empresarios a justificar su decisión, en cambios de horarios o de jornadas de trabajo, podrán alegar necesidades de la producción sin considerar las del trabajador.
Entre las variantes que se establecen en la reforma española, se da la posibilidad a que si el cambio de las condiciones de trabajo, afectaran a más de un 10% de la plantilla, se abrirá un proceso de negociación ascendente en el que participara en última instancia una Comisión Nacional de Convenios Colectivos que  designará un árbitro encargado de dictar un laudo obligatorio para las dos partes.
El tiempo estará siempre en contra del trabajador que no contará con medidas urgentes para revisar su caso.
Se otorga la posibilidad al patrón de despedir de manera libre y sin obligación de indemnizar cuando tenga menos de 25 operarios y éstos no hayan cumplido un año de trabajo.
Se inauguran los contratos a prueba hasta de un año en las empresas de menos de 50 trabajadores, los cuales a su término o no renovación, no obligarán a pago de indemnización alguna.
La reforma deja sin defensa a los trabajadores en sus salarios.  Permite a las empresas reducirlos sin necesidad de considerar al sindicato ni mucho menos al trabajador. Únicamente se considerarán las razones económicas, técnicas, organizativas o de producción en la reducción de la masa salarial sin necesidad de contar con la autorización previa de la autoridad laboral.
Ello traerá una reducción de los niveles salariales, más desempleo y peores empleos.  Dicen los trabajadores españoles en una primera reflexión:
-“A los padres los van a despedir barato y fácil, y a los hijos los van a contratar más barato”
Estas reformas que pretenden ser un ejemplo para otros países no se han diseñado para que tengan un carácter transitorio, sino pretenden quedarse como reformas estructurales que se afiancen cada vez más como modelo a seguir.
No es una flexibilidad que busque una mayor productividad, ello no se cuestiona; deja al o la trabajadora sin defensa de su condición humana.  Es una proscripción de los derechos humanos laborales frente a  los del mercado.
Una ruta de reformas laborales, como la española, anula a la persona para convertirla en objeto. Es el regreso del esclavismo, ahora legalizado, que avanza rápidamente, como ejemplo de modernidad.
Nuestra sociedad, lo digo en una visión global, consensa reformas progresistas en materia de derechos humanos, pero únicamente en el papel, sin que los gobiernos se empeñen en hacerlas cumplir. En contrasentido las reformas económicas, las que se imponen desde las grandes empresas y centros financieros no consideran al ser humano como el centro, si no a la acumulación de la riqueza, al control de los medios de comunicación, a la apropiación de nuestras voluntades.
Los jóvenes son la parte más débil en las reformas estructurales, porque al emplearse por primera vez, no tienen más opción que recibir bajos salarios, prolongadas jornadas de trabajo, malas condiciones de trabajo y una seguridad social cada vez más reducida, generalmente inexistente.
Esos caminos que alientan los gobiernos de derecha socavan nuestra sociedad y a la humanidad entera, son la tiranía de los nuevos tiempos.
15 FEBRERO 2012

DR. MANUEL FUENTES. ( Colaboracion de la ANAD) ASOCIACION NACIONAL DE ABOGADOS DEMOCRATICOS. DE MEXICO.

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