viernes, 30 de agosto de 2013

La mediación en la ley 779



Granada, 29 de agosto 2013.
Lic. Valentín Barahona Mejía
                                                             
A partir de la resolución de la CSJ, la cual rechazó los recursos por inconstitucionalidad contra la ley 779, so pretexto de no haberse demostrado roces con la Carta Magna, mas los magistrados en la sentencia deciden enviar a la Asamblea Nacional, el proyecto de ley para reformar el artículo 46, de la ley de marras, a fin de incluir el trámite de mediación en delitos con penas menores de 5 años. De ipso facto las cabecillas del dizque movimiento feminista, reaccionaron virulentamente, como dragones medievales, echando fuego por la boca, la nariz y oídos y amenazan con lanzar el 10 de septiembre, a sus turbas, para presionar a los diputados para que no reformen la ley.
Estos grupos minoritarios, dogmaticos y apologistas del sistema inquisitorial, denotan en sus  facciones un odio viperino contra los hombres heterosexuales, en su mente enfermiza aspiran a que el 50% de la población masculina desaparezca o al menos meterlos en campos de concentración, como en la época del fascismo alemán, son obvios los signos de enfermedad patológica que amerita la intervención de psicólogos y psiquiatrías para  determinar el origen de tanta misandria.
Estos grupos petulantes creen tener la verdad absoluta y aun se arrogan el derecho de hablar  en nombre de  3 millones de mujeres de este país,  sin tener un mandato expresó, sin estar autorizadas, se atribuye facultades que no tienen, bajo ese sofisma se oponen tozudamente a la reforma a la ley 779.
Nicaragua, en año 2002, dio signos positivos en cuanto a modernización del derecho  procesal penal, cuando el Parlamento Nacional aprobó la ley  406,  conocida como Código Procesal Penal. En el nuevo código se introdujo novedosos principios como el de oralidad, legalidad, proporcionalidad y oportunidad. Por vez primera se introduce el trámite de mediación en delitos menores de 5 años.  Para este tipo de trámite las partes (víctima-victimario) no están obligadas a mediar, en muchísimos casos las partes no median y prefieren continuar el juicio penal hasta concluir con una sentencia de culpabilidad o no culpabilidad.
Es obligación del Estado, ante conflictos legales que alteran la paz social, procurar que las controversias se resuelvan en forma civilizada, usando la vía del dialogo, procurando un acercamiento entre las partes, a través del cual puedan llegar a acuerdos. La idea de la mediación en delitos menos graves, es brindar una oportunidad, para que los hechos que en cierto momento alteraron la paz social no vuelvan a repetirse en el futuro. La verdad es que la mediación en materia penal ha dado excelentes resultados, siendo uno de los mecanismos más eficaces y con el que se resuelven en los juzgados una serie de conflictos violentos en la sociedad.
Los grupos radicales opuestos a la mediación, están claros que con la mediación dos tercios de los delitos contenidos en la ley 779, a partir de la reforma podrán resolverse antes y  durante el proceso, ante un Notario Público o ante la fiscalía o ante el Juez de la causa. La mediación  significará un bajón en la propaganda exacerbada impulsada en torno a la violencia, por ende, ello provocará una disminución en el apoyo financiero que reciben los grupos radicales de instituciones y organismos internacionales, tal perspectiva las tiene desesperadas a las cabecillas, ya que el impulso, promulgación y la vigencia de más de un año de la ley 779, ha sido y sigue siendo un negocio redondo en cuanto a salarios, vehículos de lujo, viajes al extranjero con gastos pagados, todo a costa de la vil y pérfida campaña sucia de desprestigio y de misandria impulsada contra los hombres de este país.
Todos los que de una u otra manera nos opusimos a la ley 779, presentando recursos por inconstitucionalidad, escribiendo artículos de opinión contra de la ley, debemos sentirnos satisfechos y contentos con el proyecto de reforma a la ley, esto sin duda es una batalla bien ganada con mucho esfuerzo y sacrificio, mas para los grupos radicales feministas la reforma significa una derrota contundente, que aún no logran asimilar y de allí su reacción rabiosa y virulenta. La reforma a la ley 779, sin duda alguna será en el futuro la tumba y el entierro de la ley de marras.
El autor es abogado y notario