Lic. Danilo Martínez.
Presidente de la ADANIC.
A mediados del mes de agosto del presente año, en uno de los salones del edificio de la Asamblea Nacional, el ilustrísimo catedrático de la Universidad de la Habana, Cuba, Lic. LEONARDO PEREZ GALLARDO, impartió una magistral conferencia, a un auditorio de abogados litigantes de nuestro país.
La licenciada María Eugenia Ocón Acevedo, representante de la Asociación de Mujeres Juristas de Nicaragua, brindó las palabras de bienvenida, y le entregó a tan distinguido profesor, el proyecto de ley de divorcio Notarial que organizaciones gremiales de Nicaragua, están promoviendo para que se apruebe el divorcio notarial en Nicaragua.
Luego el conferencista, hizo una exposición sobre el Matrimonio y el Divorcio, con sus implicancias, para terminar haciendo las siguientes reflexión es:
Que el matrimonio es considerado un contrato, pero con la diferencia teleológica que involucra otros componentes como son la voluntad de los conyugues, sentimientos, religión, hijos, bienes, relaciones padre madre hijos etc., lo que le da la característica de ser un contrato especial.
Que el divorcio es un tema muy polémico, e implica elementos demográficos, filosóficos, moral, social, económico etc.
Que la mayoría de los países de América latina han optado por la desjudicializacion del divorcio, y aunque se han incrementado los divorcios, pero su causa principal no es el divorcio notarial sino el fracaso o frustración del proyecto de vida de la pareja conyugal que ya no comparten metas comunes.
Refería el ilustrísimo catedrático que uno de los problemas de Nicaragua, es que la profesión del Notariado se encuentra bajo el sistema de numerus apertus, en cambio en la mayoría de países de A. L son numerus clausus. Por ejemplo en Cuba todo Notario puede ejercer la abogacía pero no todo abogado puede ejercer el Notariado. Y esto es así porque este ultimo requiere una mayor preparación.
Que es necesario establecer el Divorcio Notarial en nuestro país, para descongestionar los juzgados de la proliferación de juicios, colaborando de esta manera a disminuir la retardación de justicia, pero se debe tomar en cuenta las siguientes ideas:
1. Que el Estado de Nicaragua asegure firmar tratados de reciprocidad con los demás países para que se reconozca en ellos el divorcio notarial.
2. Que se limite la competencia notarial por el domicilio de los conyugues .
3. Que al menos el divorcio notarial se realice en dos Audiencias.
4. Que en Cuba se permite el divorcie notarial con hijos menores, y que de aprobarse así en Nicaragua, a la institución de los menores ( MIFAMILIA)
5. Que los notarios sean los que inscriban los documentos del divorcio en el Registro Civil para asegurar la publicidad del acto con sus consecuencias legales.
6. Que se prevea en la ley la posibilidad de modificar las clausulas de este tipo de divorcio por vía notarial o por vía judicial.
7. Y finalmente que se establezca como requisito para el divorcio notarial, el ejercicio notarial de diez años, ya que no se debe confundir diez años de abogado con diez años de notario. Ya que a veces ocurre que se tienen los diez años de abogacía pero ninguna experiencia notarial.
Como conclusión podemos decir, que el Divorcio Notarial es un tema muy polémico, cuya discusión debe ser llevada a las bases del gremio de litigantes y a las aulas universitarios, a fin de que se brinden los mejores aportes sobre el tema.
La conferencia fue muy interesante, rica en datos y fechas, como por ejemplo que desde el año 1994, los legisladores cubanos le dieron un voto de confianza y credibilidad a la función notarial al instaurar ese año el Divorcio Notarial en Cuba.
Que esta actividad académica a la que fuimos invitados los abogados de ADANIC, nos deja la reflexión, que es necesario que las universidades estatales y privadas de la nación, modifiquen los pensum curriculares de la licenciatura en Derecho, dándole mas énfasis al Derecho Notarial, asignatura que por ahora se ve en solo dos semestres aunque representa toda una profesión totalmente distinta en contenido con la Abogacía.
Es necesario que lo mas pronto posible se discuta y apruebe la ley de divorcio notarial en Nicaragua, que va a venir a descongestionar la justicia tan lenta y tardía que existe, y al mismo tiempo le dará mayor utilidad a esta noble profesión.
Ya es hora que los diputados aprueben esta ley, que vendrá a beneficiar a todo el sistema judicial y sus usuarios, y principalmente será un reconocimiento para los abogados y notarios de nuestro país, que hemos visto mermado nuestra esfera de actividades y nuestros ingresos con la presencia de la defensoría publica y las limitaciones que nos impone el Ministerio Publico.
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