Granada, 26 de
septiembre 2013.
Lic. Valentín
Barahona Mejía
El miércoles veinticinco
de septiembre, la Asamblea Nacional mediante el voto cualificado de 83
diputados (4 en contra), reforma una de las leyes más polémica y controvertida de los últimos tiempos, la
ley 779.
Se enmienda el
artículo 46, para incluir la mediación en delitos leves;se adiciona al texto
legal la violencia intrafamiliar, de
aquí en adelante, las mujeres serán igualmente procesadas y sancionadas cuando
q ejerzan violencia en el hogar contra sus hijos, ancianos y hombres, cuya hipótesis
la ley de marras no contemplaba. La norma jurídica será reglamentada por el poder ejecutivo para corregir
iniquidades en su aplicación.
Desde febrero 2012,
fecha de aprobación de la 779, ésta fue sometida a una severa e implacable crítica
por sectores de la sociedad, entre otros jerarcas de la iglesia católica y
evangélica, gremio de abogados, legisladores, mujeres, sociedad civil, etc. Todos
execraban la ley de inconstitucional, draconiana, totalitaria, inquisidora,
susceptible de manipulación por el oportunismo. La ley cercenaba el derecho a
la defensa y dejaba sin efecto el principio de presunción de inocencia en
materia penal.
Aunque la Corte Suprema
de Justicia, declaró constitucional la 779,
sin embargo, gracias a la lucha indeclinable
de sectores sociales conscientes de las perversidades e injusticias que en sus
entrañas traía la legislación, enfrentando toda clase epítetos, apoyándose en los periódicos, televisión,
escribiendo artículos de opinión, movilizándose, realizando plantones, todo ese esfuerzo hizo su efecto, al punto que los magistrados de la CSJ, se
vieron obligados a enviar a la Asamblea Nacional un proyecto para reformar la
ley, no solo en el punto atinente a la mediación, sino que a otros aspectos torales de la ley.
Para quienes nos
opusimos antes y durante al proceso de formación de la ley y cuando entró en vigencia la 779, sexista, discriminatoria e infractora del
principio constitucional de igualdad, hoy nos congratulamos y celebramos como
una victoria importante la enmienda o reforma.
Muchos enfrentaron la poderosa maquinaria de propaganda y de
manipulación de los grupos radicales feministas, fuimos acusados de agresores, machistas, misóginos y otras
descalificaciones. Nuestros gratuitos detractores se equivocaron de punta a
punta, pues creían que con su propaganda harían retroceder a los defensores de la
Constitución Política. Es preciso repetirlo una y otra vez nosotros condenamos la violencia venga de donde venga.
La violencia no es
un asunto de ángeles y demonios. No es cierto que la mujer sea la madre Teresa de
Calcuta. Muchísimas mujeres practican a diario la violencia en sus hogares
contra sus hijos, ancianos padres, aun contra los hombres, mas todos esos
delitos son ocultados por los apologistas de la 779, solo difunden los pocos
casos de violencia que viven un sector minoritario de mujeres en este país. Igual
pasa con una minoría de hombres que ejercen violencia contra algunas mujeres,
todos sin distinción o deferencia alguna, deben pagar por el delito de
conformidad con la ley.
La 779, fue
aprobada incluyendo en forma oculta atenuantes y agravantes. Si la mujer mata a un hombre, esto constituye
una atenuante, por el delito la mujer es procesada por un tribunal ordinario y
una ley ordinaria, la pena a imponer es mucho menor. Más cuando un hombre
asesina a una mujer, esto se convierte
en agravante, el autor es llevado a un juzgado inquisidor, la pena puede
llegar a 30 años de prisión, sin gozar de
las garantías mínimas constitucionales.
El jueves 26 de
septiembre el END, publicó un artículo del señor Tito Leyva, titulado
Mediación=misógino. Este señor sin tener preparación académica necesaria para
opinar alrededor del tema, expresa una serie de disparates, propios de alguien
que no está calificado para entender la violencia. El poeta debería dedicarse a
hacer poemas y no andar en el laberinto escabroso camino de la 779.
Solo en tiempos de la
inquisición no existía la mediación, mas el mundo evolucionó y hoy día muchos
conflictos y controversias son resueltos por medio del dialogo y la
conciliación. Solo sectores conservadores y fundamentalistas, son los que se oponen
a la modernidad, pues aún mantienen una mentalidad cerrada e inflexible, su cognición
es tan corta, que solo ven la represión como único método de solución a los
problemas sociales. Afortunadamente este tipo de gente es una ínfima minoría.
El autor es abogado y notario.
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