sábado, 13 de julio de 2013

El primer aniversario de la ley 779



Granada, 12 de julio 2013.
Lic. Valentín Barahona Mejía
                                                       
El pasado 22 de junio, la ley 779, cumplió su primer aniversario, a la fecha los administradores de la ley (Policía, Ministerio Público y Poder judicial)  no han realizado una evaluación prospectiva, de los efectos de la misma. Durante este periodo hubo debate ideológico  en los medios de comunicación (televisión, periódicos, etc.); grupos feministas radicales y magistradas de la CSJ, sin pudor se declararon abanderadas de la ley, entretanto otros sectores  atacaron la ley por estimarla lesiva a la Ley Fundamental de la República.
Se dieron marchas y plantones; los defensores de la Constitución, exigían la anulación de la 779; salieron a relucir  contradicciones en el seno de la CSJ, algunos magistrados dijeron que la ley viola el art. 27 de la Carta Magna, otros aducían lo contrario; instituciones religiosas se vieron inmersos en la polémica, obispos y sacerdotes de la iglesia católica, pastores evangélicos, al extremo  de que un obispo llamó a la ley 779 “el numero de la bestia”.
Abogados litigantes, catedráticos universitarios, a través de los periódicos del país, escribieron extensos artículos, dejando sentada su posición  sobre la ley.  El pueblo a través de las redes sociales internet y faceboot, opinaron contra la legislación. Aun cuando la ley 49, ley de Amparo, establece el término de 60 días, para que la Sala Constitucional dicte sentencia, hasta hoy los recursos  por inconstitucionalidad duerme el sueño de los justos.
¿Mas que ha pasado en el periodo 2012-2013, en la aplicabilidad de una ley eminentemente sexista? Bueno de todo ha habido. Los grupos feministas radicales, siguen manipulando las estadísticas de violencia, se quejan que la ley 779, no ha podido parar la vorágine de violencia contras las mujeres;  aseveran que  el fenómeno va en aumento cada día; culpan a la policía, al ministerio público y jueces del poder judicial por las deficiencias; acusan al Estado de no dar presupuesto para hacer efectiva la ley, en otras palabras todo ha sido un fracaso y el estado de cosas no ha cambiado nada.
 La Presidenta de la CSJ, dio a conocer que hubo una redada de miles y miles de hombres capturados y acusados por la 779; los imputados fueron  puestos a la orden del juzgado de violencia. En este tipo de  juicios el fiscal se la lleva fácil, pues de nada sirve alegar que la acusación no reúne los requisitos de ley; oponer  excepciones, las cuales son de entrada rechazadas, este tipo de juicio es tigre suelto con burro amarrado, el juez dicta la prisión preventiva, aun en los casos de faltas, pues la faltas alcanzaron la categoría de delito, luego viene el fallo de culpabilidad. La Presidenta de la CSJ, eufórica indicó que un alto porcentaje de expedientes son resueltos por acuerdos, esto ocurre cuando el acusado acepta los hechos, la  víctima se muestra magnánima, así se suspende la ejecución de la pena, previa entrega de dinero, vehículos y vivienda por parte del convicto.
Por ignorancia a los efectos catastróficos de la ley 779, muchas mujeres honradas y algunas madres, ingenuamente denunciaron a cónyuges e hijos, por discusiones  triviales o porque el hijo llegó tomado de licor, pensaban que estaban en aquellos dorados tiempos. El resultado: cae preso el marido o el hijo, fueron a los juzgados a restirar la denuncia sin resultado alguno, al final el marido o hijo perdió  el trabajo, nadie salió en ayuda de la familia y por ende se sintieron las penurias económicas en el hogar.
Me decía una fiscal del Ministerio Público, que en los últimos meses se han reducido sustancialmente las denuncias en base a la ley 779, la causa puede tener dos explicaciones: 1) Las mujeres dejaron de denunciar a sus cónyuges e hijos y prefieren vivir el maltrato;  o 2) los hombres se están portando mejor por temor a la ley 779. La fiscal se inclina  más por la primera hipótesis, ya que las mujeres en este año sintieron el fiero latigazo de la ley, si lo anterior es cierto lo más probable es que la ley de marras, al final morirá por inanición y los juzgados de violencia paulatinamente serán cerrados por supernumerarios y ocasionar un gasto superfluo.      
El autor es abogado y notario.