La decisión fue tomada por la judicial, tras admitir el “incidente por enfermedad” que presentó la defensa de Castillo, condenado a 10 años de prisión por almacenamiento de estupefacientes
Por Ernesto García | Nacionales
A las 12 y 11 minutos del mediodía del 2 de marzo del año en curso, la jueza suplente Ingrid Rocha Esquivel ordenó la libertad del reo José Castillo Barrantes, “quien tiene riesgo inminente de muerte”, de acuerdo con un dictamen firmado por médicos forenses, sin embargo, 15 días después sigue preso.
Así lo denunció María Félix Hernández Urbina, esposa de Castillo, quien presentó en la redacción de EL NUEVO DIARIO, copias de la sentencia dictada por la jueza Cuarto Distrito Penal de Ejecución de Sentencia y Vigilancia Penitenciaria, Ingrid Rocha, donde ordena la libertad del reo.
La decisión fue tomada por la judicial, tras admitir el “incidente por enfermedad” que presentó la defensa de Castillo, condenado a 10 años de prisión por almacenamiento de estupefacientes.
La judicial respaldó su decisión en el Dictamen Médico Legal número 2639-12 emitido el 23 de febrero del 2012 por los forenses, Patricio Solís Paniagua y Neil Hernández Murillo.
En el parte médico los galenos aseguran que Castillo pasa por una etapa de deterioro avanzado de órganos vitales como corazón, riñón y pulmón.
Los forenses refrendaron su dictamen al comparecer en la audiencia donde se tramitó el “incidente por enfermedad”, expresando ambos que Castillo presenta un pronóstico desfavorable para su vida.
“No lo considero un peligro para la sociedad en este momento, en virtud de todo lo ya expuesto, y con fundamento en el derecho a la vida y la salud del privado de libertad ha lugar al incidente por enfermedad del sancionado José Castillo Barrantes”, dice en su parte medular la resolución judicial.
Del hospital a la cárcel
Al ordenarse la libertad para Castillo, él permanecía ingresado en el Hospital Alemán- Nicaragüense, bajo resguardo de oficiales del Sistema Penitenciario Nacional, SPN, por eso la judicial estableció en su sentencia que una vez el privado de libertad fuera dado de alta, el reo debía ser entregado a su esposa, María Félix Hernández.
Del hospital a la cárcel
Al ordenarse la libertad para Castillo, él permanecía ingresado en el Hospital Alemán- Nicaragüense, bajo resguardo de oficiales del Sistema Penitenciario Nacional, SPN, por eso la judicial estableció en su sentencia que una vez el privado de libertad fuera dado de alta, el reo debía ser entregado a su esposa, María Félix Hernández.
Sin embargo, sucedió todo lo contrario, pues una vez que fue dado de alta en ese centro asistencial, los oficiales del SPN se lo llevaron nuevamente al penal de Tipitapa, denunció la cónyuge del privado de libertad.
Semanas atrás, el presidente de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, CSJ, magistrado Armengol Cuadra, dijo públicamente que para evitar el incumplimiento a las órdenes de libertad los jueces adjuntarían el correspondiente oficio.
La judicial cumplió con este procedimiento girando un oficio con fecha del 2 de marzo de 2012, al alcaide José Luis Gómez Suazo, jefe del penal de Tipitapa, además, le adjuntó copia certificada de la sentencia, pero dos semanas después la orden de libertad sigue sin cumplirse, refirió la denunciante.
Autoridades callan
EL NUEVO DIARIO trató de conocer la versión del alcaide Gómez, durante un recorrido hecho por autoridades de distintas instituciones por las instalaciones de lo que será el Complejo Judicial de Managua, pero este se negó a hablar del tema.
Autoridades callan
EL NUEVO DIARIO trató de conocer la versión del alcaide Gómez, durante un recorrido hecho por autoridades de distintas instituciones por las instalaciones de lo que será el Complejo Judicial de Managua, pero este se negó a hablar del tema.
“Esa información no se la puedo brindar. Si usted quiere esa información puede solicitarla a los superiores del Ministerio de Gobernación, porque nosotros no podemos brindarla”, afirmó Gómez.
Ante la repuesta del alcaide Gómez, se buscó a la vocera del Gobernación, Carolina Tórrez, quien pidió se le enviara un correo electrónico con los detalles de la denuncia para hacer la gestión correspondiente con sus superiores, lo que le fue remitido de inmediato. Pero al cierre de esta edición, no había respuesta oficial de esa institución.
