NUEVO HORARIO DE JUZGADOS NOS PERJUDICA A TODOS.

Es del dominio publico de todos los nicaragüenses, la sórdida y perjudicial costumbre en nuestro necesitado país, de trabajar menos, devengar jugosos salarios, y pasar el mayor tiempo del calendario en fiestas y francachelas.
Este anti valor, que se ha heredado de tiempos anteriores donde se promovió la holgazanería y el parasitismo estatal, ha inundado ahora todos los niveles y estructuras del Estado nicaragüense.
Nuestro Poder Judicial, llamado por la constitución a impartir justicia en nombre del pueblo de Nicaragua, tampoco ha escapado a este mal endémico, y cada día se destaca mas , por trabajar menos, reducir horarios, y aumentar sus supernumerarios contratados esquivando las normas pertinentes, y con altos salarios.
Como producto de todos estos desaciertos administrativos, la administración de la corte suprema de justicia, ha anunciado recientes reducciones en la jornada laboral de su personal, cerrando los juzgados a partir de las doce del mediodía.
Todas estas medidas, además de perjudicar enormemente a todos los usuarios y litigantes, también violenta nuestro derecho positivo, pues contraviene lo ordenado en la Ley Orgánica del Poder Judicial en su “Artículo 92.- Horas de Despacho.
El Despacho Judicial en Juzgados y Tribunales es de 8 horas diarias, de lunes a viernes…” y donde además se establece que “Durante el horario que se fije, los Magistrados y Jueces atenderán obligatoriamente a los Abogados y Litigantes en el horario reglamentario…”
Pero sorpresivamente, y en épocas más agitadas, cuando nos acercamos al fin del año, el poder judicial señaló el horario de trabajo, de siete am a doce del mediodía, es decir cinco horas laborales.
Esta medida, no tiene ni lógica ni pies ni cabeza, pues en vez de aumentar su efectividad, su productividad y eficacia, el poder judicial, aislado de la realidad social, reduce su jornada de trabajo.
Esto perjudica a los usuarios, porque si antes tenían que esperar dos meses para avanzar un acto
procesal, ahora tendrán que esperar mas, prolongando de manera insolente y desmedida la duración de los juicios, que de por si, son largos y tediosos.
Perjudica a todos lo trabajadores del poder judicial, porque además de que deben realizar la misma cantidad de trabajo en menos tiempo, con estas medidas se ha pretendido arrebatarles algunas de sus reivindicaciones alcanzadas en estos años de lucha sindical, derechos que se encuentran protegidos por el código del trabajo, y por la ley de derechos adquiridos.
También esta medida perjudica a los abogados litigantes, que nos encontramos luchando día a día por el sustento para nuestras familias, ya que la reducción de la jornada se traduce en mas de lo mismo, mas retardación de justicia, cansancio de las partes procesales, y al final en reclamo para el profesional del derecho, ya que los clientes lo traducen como ineficiencia del abogado.
Esto no puede continuar así. Es necesario que el pueblo de Nicaragua, y en especial los usuarios del sistema judicial, levantemos nuestras voces, para pedirle, en nombre de la legalidad, de la justicia y de la ética laboral, que el poder judicial normalice sus horarios de trabajo y que además mejore sustancialmente su eficacia en la satisfacción de la tutela judicial reclamada por los miembros de nuestra sociedad.
Esto no es cuestión de Partido político alguno. Esto es cuestión de ética jurídica, porque quienes son depositarios de la administración de justicia, son los mas injustos con los usuarios, con los abogados litigantes, a quienes tratan como adversarios y no como colaboradores del sistema judicial. Esto es cuestión también de ética laboral, pues el poder judicial, debería de dar el ejemplo a nuestra sociedad, de la disciplina laboral, del culto al trabajo como medio para sacar adelante este empobrecido país, que tanto necesita estabilidad jurídica, seguridad jurídica, orden y tranquilidad publica, objetivos que solo se pueden alcanzar con un sistema judicial eficiente, trabajador, abnegado e inspirado en los más álgidos principios y valores universales, dentro de los cuales se encuentran la honestidad y el trabajo.
Esperamos que el poder judicial corrija por el bien de Nicaragua, lo mas pronto esta medida errónea, y restablezca el horario normal de los juzgados.

Lic. DANILO MARTINEZ.
Especialista en Derecho Penal y Laboral.